domingo, 10 de diciembre de 2006

La casa de la montaña


Subo a mi casa imaginaria en lo alto de una gran montaña. Si miro hacia arriba veo su pico nevado, con nieves eternas. Si contemplo a mi alrededor, puedo ver los otros montes y abajo un lago muy azul. Mi casita es de madera, tiene una chimenea humeante y està enclavada en una saliente del cerro, justo con vista al valle y al lago. El aire es tan puro y el cielo tan azul que embriagan. Desde estas alturas, uno se siente tan lejos de los problemas y tan cerca de Dios. Tan reconciliado con el Ser...

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