martes, 25 de noviembre de 2014

La Travesura. Relato por Alejandro R. Melo

Luego de dejar el comedor, salíamos ordenados al recreo largo de la una, donde se desataban todas nuestras energías duramente reprimidas por la rígida disciplina.
Mi timidez y gran miedo al castigo no me impedían seguir a mi diminuto amigo Scala corriendo por los pasillos de los dormitorios de los curas del centenario Colegio San José. Eran oscuros y tenían algo de misteriosos, y además estaba estrictamente prohibido a los alumnos transitar por esas zonas. Nos imaginábamos que se nos podía aparecer el fantasma de algún viejo mazorquero de Rosas. De tanto en tanto, el que si se nos aparecía era el Padre Gabriel con su voz ronca, y nos retaba medio en serio, medio en broma (no podía disimular la risa que le provocaba vernos correr asustados luego de que nos advertía, exagerando su voz de ultratumba: ¿Que están haciendo aquí? ¿No saben que está prohibido andar por los pasillos de las piezas de los curas! ?).
Pero nuestra convocatoria al misterio se volvía a repetir. Teníamos siete años y casi nada sabíamos de la vida, así que varias veces nuestra correría terminaba gritando: Viva Perón! . Era una máxima transgresión, porque alguno nos había contado que estaba prohibido pronunciar ese nombre...

lunes, 24 de noviembre de 2014

El porvenir por Jorge Luis Borges

"El porvenir es tan irrevocable
Como el rígido ayer. No hay una cosa
Que no sea una letra silenciosa
De la eterna escritura indescifrable
Cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
De su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
Es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredres. La ergástula es oscura,
La firme trama es de incesante hierro,
Pero en algún recodo de tu encierro
Puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha.
Pero en las grietas está Dios, que acecha."

Jorge Luis Borges

lunes, 17 de noviembre de 2014

Agonía por Alejandro R. Melo

Hay días que pesan. Cuando el alma lucha en sus contradicciones 
y sus decepciones; cuando el corazón nos hace beber su amargo reproche. Pero también hay que aprender a liberarse de esa pesadez: el sol, el cielo, el universo y más allá Dios. 
Y en un retorno maravilloso, nos cubre la luz, nos rodea la energía positiva y nos embriaga el amor.