Hay días que pesan. Cuando el alma lucha en sus contradicciones
y sus decepciones; cuando el corazón nos hace beber su amargo reproche. Pero también hay que aprender a liberarse de esa pesadez: el sol, el cielo, el universo y más allá Dios.
Y en un retorno maravilloso, nos cubre la luz, nos rodea la energía positiva y nos embriaga el amor.
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