lunes, 16 de abril de 2018

Ten piedad y perdóname. Oración.

Señor, ten piedad de mí.


Ten piedad y perdóname por mi pereza,
que no me deja asumir mis responsabilidades para transformar el mundo
y trabajar para tu Reino.


Ten piedad y perdóname por las veces que he discriminado a otros o los he juzgado,
aún sin darme cuenta, como consecuencia de los lugares comunes, de los prejuicios
culturales, de mi falta de caridad.


Ten piedad y perdóname por las veces que me he sentido solo y desamparado,
cuando Tú estabas ahí y con solo pedirlo recibiría tu consuelo.


Ten piedad y perdóname por las veces que he buscado en las cosas materiales
el consuelo de mis frustraciones.


Ten piedad y perdóname por las veces en que dejé que mis instintos
sobrepasaran mi caridad,
y por las veces que me dejé arrastrar por ellos, olvidando que el Espíritu vivifica.


Ten piedad y perdóname cuando desatendí mis obligaciones de estado.


Ten piedad y perdóname por mi soberbia
 y por las veces en que intenté vanagloriarme frente a mis hermanos
y mostrarme sabio e inteligente,
sin que mi intención fuera enseñar con caridad,
sino enaltecerme egoístamente.


Ten piedad y perdóname cuando no tuve paciencia con los equivocados.


Ten piedad y perdóname por las veces cuando tosudamente he sostenido
cosas que están equivocadas, por el solo hecho de afirmar  mi ego.


Ten piedad y perdóname por las veces en que no he dicho la verdad,
y también, por las veces en que la he dicho cruelmente,
sin tener en cuenta la caridad, y la delicadeza del corazón ajeno.


Jesús, ten piedad y perdóname, porque Señor, ¿a quien iremos?
Solo Tú, tienes palabras de Vida Eterna.

Amén.

viernes, 6 de abril de 2018

SALVE! Hermosa oración a la Santísima Virgen

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.

Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén